martes, 8 de julio de 2014

MIRANDO POR UN AGUJERO

Fue hace muchos años, cuando era pequeña y jugaba con mis primos en la chacra, al lado de la casa del abuelo. Las chacras de Ica son grandes, y las casas de las familias, no están tan cerca. La pampa también es grande. Ese día, jugábamos a las chapadas y escondidas, una mezcla de los dos juegos cuando de repente, se me ocurrió esconderme detrás de una especie de depósito que había en la chacra. Uno de esos depósitos de adobe que parecen un cuartito pequeño. El cuartito tenía todas las puertas y ventanas cerradas, con candados, como si se guardara algo muy importante, o peligroso dentro.
Mi curiosidad, me distrajo un momento del juego, y quise ver qué había adentro de ese depósito. Noté que había un agujero en uno de los ladrillos de adobe y me empiné para ver. Dentro había un hombre, o lo que parecía un hombre muy raro, al que se lo veía la cara, y de repente vi sus mano huesudas acercándose, estiradas hacia ese agujerito por donde yo miraba. El miedo me paralizó, pero seguí mirando hasta que pude ver uno ojos que asustaban y que parecían se muerto, y sali corriendo desde la chacra hasta la casa del abuelo, y no paré hasta esconderme debajo de unas mantas.
Los que jugaban conmigo, vinieron tras de mí, y los mayores también. Cuando me preguntaron qué pasó, solo dije que había un hombre dentro de la casa, que quería atraparme. Todos fueron a ver, quitaron los candados de la casa, pero no había nadie. Años más tarde, la casa se cayó con el terremoto de Ica, me pregunto si el hombre que vi y que no estaba allí habrá desaparecido con la casa, o estará penando por la chacra.


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